Cuando un juego, sea de la categoría que sea, resulta ser un éxito, es muy probable que reciba una secuela. Así fue con Electronic Super Joy, un indie que pudimos disfrutar en Wii U en su día, que recibió su secuela tiempo ha pero que ahora, al igual que su predecesor, llega a Nintendo Switch. Si el primero os gustó, os adelantamos que este os encantará.
Hacia abajo y hacia el frente
Electronic Super Joy II es un juego de plataformas en los que nos encontramos frente a una pantalla que avanza sola, motivo por el cual tenemos que ser rápidos en nuestros movimientos. Para más inri, los saltos están muy medidos y hay que saber calcular las distancias al milimetro, o toca repetir desde el último punto de control. Pero todo merece la pena, pues el objetivo es hacerse con el culo de Satán (sí, literal).
Sin embargo, no todo es saltar, sino que contamos con ciertas habilidades propias del personaje que se adquieren para ciertos niveles, como el doble salto o el impulso frontal, y otras que conseguimos gracias a ciertos objetos de los niveles, como rebotadores. Al principio vamos a morir en varias ocasiones hasta que seamos capaces de dominar cada nuevo “poder”, pero una vez que lo consrguimos, todo se vuelve muy fluido. En ese sentido, requiere más dominio que su antecesor, pero eso también aporta una mayor variedad a su desarrollo, y eso se agradece.
Con cascos, o sin el volumen demasiado alto
Lo que hace realmente especial a este título es su ritmo, nucna mejor dicho. Los niveles de los que se componen no son demasiado largos, por lo que está pensado tanto para sesiones de juego largas como cortas. De vez en cuando van apareciendo nuevas ideas con las que el escenario juega con nosotros y que aportan variedad al desarrollo. Eso sí, si los desafíos o el ensayo y error no son lo nuestro, el juego es capaz de hacernos sentir una gran frustración porque pulsemos el botón que no toque o no hagamos el salto esperado.
Y es que parte de su encanto, puede ser su perdición. El estilo gráfico es muy sencilo y se basa en blancos y negros con un color para el fondo, algo que puede que nos perjudique para identificar elementos nocivos de los que no. Pero si superamos esa barrera, nos encontramos que lo visual se convierte en un complemento de lo musical, que es el verdadero fuerte del título. Conforme vamos avanzando en cada nivel, la música electrónica va cambiando y sube su intensidad, algo que nos mete más y más en el juego (aunque ese ritmo se rompe si morimos en varias ocasiones y hay que repetir fragmentos de la fase).
Hay también varios detalles que hay que tener en cuenta de este título. En primer lugar, se incluyen los DLC ya aparecidos hasta ahora, que saben ofrecer nuevos poderes y dinámicas al juego. En segundo lugar, cada vez que pasamos por un punto de control, se oye un orgasmo (sí, así es), por lo que conviene desactivarlo o bien jugar con cascos o en un lugar en el que no haya problemas por escuchar esos sonidos.
Electronic Super Joy II es un título interesante, muy pensado para gente amante de los retos o los speed-run. Tiene una dificultad elevada y unas mecánicas sencillas pero que pueden costar dominar, siendo estos los dos aspectos que pueden suponer una barrera para muchos jugadores. Eso sí, si nos dejamos llevar y “entramos de lleno” en el juego, no podremos salir de él.
