En plena forma. Así es como la bola rosa más querida por todos afronta Kirby’s Return to Dream Land Deluxe, una revisión de uno de los juegos favoritos del personaje que vio la luz hace más de una década en la popular Wii: Kirby’s Adventure Wii. Esta vez, lejos del ámbito 3D de su última aventura volvemos a sus raíces bidimensionales más bonitas que nunca.
Tarde en familia
Sin duda, tras su primera incursión en la híbrida con Kirby Star Allies, nuestro héroe consiguió ser protagonista de un ambiente familiar gracias a la versión original del título que nos ocupa. Sus posibilidades multijugador le hicieron crear un grato recuerdo a todos los que tuvimos la suerte de jugarlo. Ahora, vuelve a la carga para potenciar todavía más esas sensaciones junto a tres amigos más en una aventura muy asequible.
Es quizá, como ocurre en la gran mayoría de productos de nuestro héroe, su gran hándicap para ser jugado por igual por todo el mundo para bien o para mal. Y lo es porque en ningún momento se ofrece reto alguno haciendo de él un paseo incluso demasiado liviano si lo compartimos con más gente. Y aún con todo, este Kirby’s Return to Dream Land Deluxe nos sigue divirtiendo gracias a un conjunto de elementos bien resueltos y unos minijuegos que son su alma.
Pero poniendo todo en orden, Maglor ha llegado al planeta Pop en unas condiciones muy mejorables: perdiendo en un accidente partes de su nave espacial. Obviamente el bueno de Kirby y otras caras conocidas no pueden evitar echar un cable para buscarlas por cada zona del planeta. Si, efectivamente las temáticas de cada zona las tendremos más que vistas pero esta vez con un apartado visual muy bien resuelto, llamativo y agradable que lo acompaña un apartado sonoro tan bueno como siempre.
El paraguas sigue siendo de nuestras habilidades favoritas.
¿Otro refrito más?
Quizá sus raíces y tras unos cuantos juegos en Nintendo Switch a sus espaldas pueda sonar a innecesario, pero lo cierto es que la labor adicional incluyendo nuevos modos juego contentará a más de uno reclamando ser unos de los mejores multijugador de la consola. Por un lado, con un buen remozado aspecto gráfico, contamos con la aventura principal. Si sois conocedores de la franquicia poco hay que decir aquí. Un diseño de niveles sencillo donde la gracia del asunto reside en las habilidades copia de Kirby.
Conocido por su voraz apetito, cada vez que nuestro héroe se traga algún enemigo con poderes, este se apodera de ellos sufriendo su correspondiente cambio físico. Para la ocasión contamos con tres nuevas habilidades, con especial hincapié en la de Meca, que por sí sola daría mucho de lo que hablar. Si por el contrario optamos por controlar a Waddle Dee, Dedede o Meta Knight nos ceñiremos a sus propios poderes perdiendo algo de gracia el asunto.
En ningún momento se ofrece reto alguno haciendo de él un paseo incluso demasiado liviano si lo compartimos con más gente
Todo lo demás es conocido y bien es cierto que aunque divertido, el contar con más gente en la partida hace que todo se vuelva caótico desesperando por momentos cuando el líder (el jugador 1 que controla a Kirby) toma la delantera haciendo que el resto sean teletransportados hasta él. Esto limita el dinamismo y la libertad para explorar los niveles y al final aunque no quedamos todo se vuelve una batalla campal de poderes y destrucción de enemigos.
Quizá este hándicap hace que pronto su carente dificultad y limitado avance del equipo ocasione alguna que otra discusión penalizando qué o quién hace las cosas en cada momento. Para calmar el asunto desbloqueamos minijuegos que sin duda pasan a ser el punto central de un juego creado para alternar entre niveles de la historia y estas pruebas tan bien elegidas.
Las máscaras resultan una buena biblioteca de la saga.
La fiesta del minijuego
Bien a través de la campaña o en Maglolandia Fantasía podremos disfrutar de una selección de 10 minijuegos. Viejos conocidos de otros juegos de la saga y alguna adición nueva, los hay de todo tipo pero estupendamente bien selccionados y que nos han recordado a aquellas lejanas tardes del primer Pokémon Stadium de N64. Una buena excusa donde pasar horas y horas gracias también a sus diferentes niveles de dificultad y sobretodo a las máscaras.
Los minijuegos pasan a ser el punto central de un juego creado para alternar entre niveles de la historia y estas pruebas tan bien elegidas
Jugar a estos nos hará conseguir tickets para desbloquear ítems a utilizar en la aventura principal o máscaras para vestir a nuestros héroes. Y hay más de un centenar de ellas homenajeando a todos los personajes y enemigos aparecidos en la saga durante todos estos años. Esta zona de juego además contiene pequeños extras diarios, cambia su aspecto a medida que completamos mundos de la historia y también incluye una versión online asíncrona de Samurái Kirby donde competir con 100 personas por ser el más rápido de todos.
Sin conformarse con esto, también se incluyen desafíos para un jugador sobre varias de las habilidades que podemos obtener mientras jugamos. Pequeñas misiones con su propio sistema de puntuación que suman más contenido y variedad a su completa y remozada propuesta. Estas se desbloquean recolectando engranajes en los niveles del modo historia por lo que como veis, todo su contenido está interconectado hasta el final.
Maglolandia Fantasía da para muchas horas de diversión…y competición.
Maglor se une a la batalla
Y es que una vez finalizado el título tendremos acceso a un epílogo protagonizado por el personaje al que hemos ayudado. La mala noticia es que debemos superar la aventura para jugarlo, algo que si vienes del título original no deja de ser una decisión cuanto menos discutible. Pero lo bueno del asunto es que el planteamiento del mismo poco o nada tiene que ver con lo ya jugado.
Maglor, al contrario que Kirby, no puede tragarse a los enemigos para aprovecharse de sus poderes. En su lugar y partiendo sin habilidades cual Samus, las va consiguiendo poco a poco: disparos, bombas, pinchos… una suerte de poderes mágicos que además van in crescendo y mejorando a medida que progresemos con los puntos de magia que obtengamos.
Cierto es que la ausencia de nuevos enemigos hace que todo esto no sea tan refrescante como se propone pero sus misiones, los rangos obtenidos en cada fase y la superación personal que ello supone hará que estemos entretenidos unas cuantas horas con este extra. Un equivalente al añadido Bowser’s Fury de Super Mario 3D World.
Whispy Woods ya es como de la familia.
