Dentro de los videojuegos en general, y de la escena indie en particular, uno de los géneros más visibles en producciones de cierta envergadura es el llamado metroidvania/MetroidRPG (una estructura de acción y plataformas 2D con backtracking basado en la obtención de nuevas habilidades a lo Metroid, y con elementos de equipo y habilidades propias de juegos de rol o los Igavania). Rusted Moss es uno de ellos, y acaba de salir en Switch tras hacerlo muy bien en PC.
De gancho en gancho…
El mundo se encuentra en una situación particular de guerra en el futuro, y nosotros encarnamos a una mercenaria que va a descubrir que al final detrás de todo hay algo más oculto. Su historia cumple, aunque su narración principal viene del “lore” al explorar, por lo que si eso se nos escapa, a veces podemos sentirnos algo confusos cuando pasa mucho tiempo entre secuencia una secuencia de historia y otra.
A nivel jugable estamos ante un título pensado para utilizar los gatillos y los dos sticks. Con uno de estos nos movemos y con el otro apuntamos en la dirección que queramos, y los botones superiores quedan relegados al disparo (se puede hacer uno cargado), granadas, salto y gancho, nuestra herramienta más útil para movernos por el mundo y alcanzar lugares lejanos.
Es un esquema al que hay que hacerse, especialmente por el “momentum” del balanceo para propulsarnos y llegar a lugares muy lejanos o altos. Eso sí, cuenta con una gran cantidad de factores de accesibilidad en relación con la velocidad del juego, pulsación de botones y ayudas extras que permiten que el aprendizaje sea más sencillo para todo aquel que se vea apurado, además de hacer más fácil la experiencia para mucha gente.
Rusted Moss a balazos
Entender el mundo es clave para avanzar, y Rusted Moss nos muestra muy bien cómo hacerlo. Contamos con un clásico mapa para saber los posibles caminos y cómo se conectan las diferentes salas, pero también se nos enseña a que los enemigos muestran patrones cuando van a atacar y se nos ofrecen secciones para aprender muy bien el uso del gancho y los lugares en los que debe utilizarse.
Este aprendizaje es vital para entender la tensión de la cuerda del gancho, que es la clave para desplazarnos a toda velocidad y para llegar a ciertos lugares. También se nos enseña a utilizar las armas, y es que hay que ver bien la que más nos interesa no solo por su ataque y distancia de fuego, sino por sus factores adicionales, como la escopeta que nos hace un poco de retroceso (y eso nos puede servir de impulso).
La dificultad base del juego está muy bien medida, y es solo en secciones de desafío en las partes opcionales en las que encontramos un reto bastante complicado. Las batallas contra jefes están bien medidas, aunque requieren que tengamos cierta pericia con el gancho para salir airosos. En total su viaje puede durar poco más de unas 6 horas, aunque si lo queremos sacar todo ese número puede llegar a triplicarse.
Rusted Moss tiene una buena ambientación, con un pixel más que correcto y un trabajo sonoro señalable, con melodías de ciencia ficción con toques de terror y efectos que potencian la movilidad por el escenario. Una propuesta interesante y variada, pero que cuenta con particularidades que hacen que no sea para todo el mundo.
Versión del juego analizada: 1.29.2
