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Análisis de Skully

Skully es el nuevo juego de plataformas de Modus, distribuido por Finish Line Games. En él controlamos a una calavera, resucitada por el espíritu de la tierra para limar las asperezas entre sus dos hermanas, el espíritu del agua y el espíritu del fuego.

Skully y la batalla por los elementos

Skully es un juego de plataformas en el que controlamos a una calavera rellena de arcilla que le da nombre al propio juego. La arcilla es lo que la mantiene con “vida” y la clave para todos sus poderes. Se mueve rodando por el suelo, pero puede saltar y también agarrarse a las enredaderas (con la arcilla). Cada cierto punto, hay charcos de arcilla en los cuales podemos recuperar los puntos de arcilla que hayamos perdido y también tener acceso a transformaciones en golem.

Conforme vamos avanzando en la aventura se van desbloqueando diferentes modelos de golem, todos ellos con poderes distintivos y con un control más convencional. El uso combinado de los golems y la calavera es la clave para ir avanzando en los distintos niveles. Cada uno de estos, además tiene una serie de coleccionables, en forma de flores, que podemos recoger para conseguir diferentes modelos para Skully.

¿Rodar o caminar?

La forma de controlar a los golems y a la calavera es muy parecida, pero se siente muy distinta porque Skully es esférico y se mueve de manera muy extraña por el escenario. Su forma, que debería ser uno de los puntos clave del título, provoca grandes problemas el control por culpa de la inercia y la falta de agarre. Enseguida coge velocidad y se sale del terreno pisable, lo que lleva casi inevitablemente a su muerte. Realmente, es un problema que la jugabilidad de la calavera sea tan tosca y no haya ninguna forma de agarrarte al terreno para poder coger velocidad. Porque sí, Skully es muy rápido pero el control es tan poco preciso que te obliga a avanzar extremadamente lento y luchando constantemente contra las físicas del juego.

Por otro lado, los golems se controlan como un plataformas normal. Cambian la habilidad de trepar por otra (depende del golem) y son más grandes y pesados. Esto significa que van más despacio y no caben por algunos huecos. Sin embargo, como se controlan mejor, paradójicamente en cuanto haya plataformas que sortear, avanzarás más rápido con un golem que con el propio Skully. Este fallo hace que el juego se desluzca por completo y se haga desesperante y, sobre todo, soso por momentos. No es que sea difícil, pero tiene algunos picos de dificultad absolutamente absurdos causados por el torpe control de Skully.

Bonito, pero soso

A nivel visual, el juego es bonito y usa un estilo gráfico bastante decente, en 3D. Sin embargo, las animaciones son feas y los diseños de los personajes no son para echar cohetes precisamente. Se ve bien y es agradable jugarlo, pero se nota que es un proyecto humilde y algunas cosas quedan muy mal (como los primeros enemigos a los que te enfrentas y su “ataque”). Aparte, la cámara no acompaña mucho, porque la tienes que estar controlando todo el rato y a veces hace movimientos extraños que te dejan vendido.

La música, por otro lado, está bastante bien y le aporta viveza al juego. El sonido no es gran cosa y el doblaje sí que es algo mejor. Está traducido al castellano, lo que se agradece mucho, y nos cuenta una historia que, si bien es una mera excusa, es entretenida y no estorba en absoluto. Ayuda a justificar las diferentes ambientaciones de los niveles, otrora algo repetitivos.

Un quiero y no puedo

En definitiva, Skully es un quiero y no puedo en toda regla. La idea es buena, pero el control de su forma principal, el propio Skully, es muy tosco y transforma un juego a priori entretenido y rápido en una tarea lenta y pesada. No ayuda, desde luego, a justificar el elevado precio que hay que pagar por este título. Mi conclusión final es que Skully podría haber estado muy bien, pero le falta afinar el control y mejorar las animaciones. Que parezca más un juego completo que un proyecto a punto de acabarse. Aun así, no está mal del todo.

 

 

Resumen
Skully es un quiero y no puedo. Lo que debería ser un plataformas ágil y rápido se convierte en algo lento y pesado por culpa del control desbocado de la calavera. Y, paradójicamente, los personajes que deberían ser más lentos se controlan de forma más dinámica por no padecer los problemas del control principal. Aun así, no está mal del todo y los amantes de los plataformas podrían bien darle una oportunidad.
6
Justo
Escrito por
Escribo análisis de vez en cuando. Llevo haciéndolo desde los oscuros orígenes de la web, cuando por internet vagaban las hadas y los dragones y todo, todo, era mejor.

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