En estos últimos años, Nintendo se ha acostumbrado a lanzar DLC y pases de temporada de sus títulos de una manera bastante constante. The Legend of Zelda: Breath of the Wild inició el camino con su respectivo pase de temporada y otros videojuegos como Xenoblade Chronicles 2, Super Smash Bros. Ultimate o incluso Pokémon Espada y Escudo se han unido a esta política de expandir el juego base después del lanzamiento. Como no podía ser de otra forma, Fire Emblem: Three Houses tampoco se ha escapado de dicho modelo y ha recibido una buena cantidad de contenido en la que se encuentra su expansión llamada ‘En la boca del lobo‘.
Una cuarta casa emerge de las profundidades
En esta ocasión, En la boca del lobo’ nos aleja por completo del Monasterio de Garreg Mach para meternos de lleno en sus profundidades. Estas tienen el nombre de el Abismo, un lugar donde todos los rechazados por la superficie conviven de manera pacífica. Esta paz en las profundidades durará poco una vez pisemos este nuevo lugar, ya que como de costumbre, se encadenarán diferentes sucesor que involucrarán a más de una facción, incluida entre todas ellas nuestra clase.
Así pues, el Abismo se ve protegido por cuatro nuevos personajes: Yuri, Hapi, Constance y Balthus. Todos ellos, son exalumnos de la Academia de Oficiales y miembros de los Lobos Plateados, una cuarta casa que permanece oculta en las profundidades y se encarga de proteger este nuevo mundo subterráneo.
De esta manera, se nos ofrece una historia autoconclusiva, que se encarga de profundizar más en los personajes y en el universo visto en Fire Emblem: Three Houses, introduciendo un conflicto de lo más interesante. Los cuatro nuevos personajes también nos han gustado y son un acierto por lo bien trabajados que están tanto su trasfondo, como su personalidad.
Una experiencia táctica como la de antaño
Uno de los motivos por el que esta expansión resulte tan actractiva para los jugadores es el simple hecho de darle una vuelta de tuerca a su jugabilidad para ofrecer algo diferente del juego base, pero a la vez, cercana a la experiencia de otros títulos de la saga. Una vez estemos dentro del abismo, nos podemos olvidar de explorar el Monasterio de Garreg Mach y de realizar sus tareas para centrarnos única y exclusivamente en los combates. Esto significa que no progresaremos a través del calendario, ni realizaremos actividades que puedan influir en nuestras habilidades o en los apoyos entre personajes.
Los combates son el eje central de ‘En la boca del lobo’, que aumenta considerablemente su dificultad y nos deja un buen puñado de enfrentamientos memorables, que cuentan con diferentes situaciones y giros que nos hacen pensar más de una vez en la táctica que debemos de plantear. Por suerte para muchos, contamos tanto con la opción de elegir el nivel de dificultad, como la posibilidad de que las unidades revivan en el siguiente combate.
La manera de jugar también cambia por completo cuando sólo se nos permite tener a 11 personajes, que cada uno de ellos dispone de su propio batallón y tienen una clase fija que no se pueden cambiar. De esta forma, se evita el uso de combinaciones que puedan desequilibrar el juego y tener un planteamiento muy cercano a los juegos clásicos.
Como podéis ver, en todo momento se busca ofrecer algo diferente de la historia original y ofrecer reto, de hecho, no podemos hacer uso del dinero para comprar equipamiento, siendo este algo limitado.
Es la hora de los Lobos Plateados
En definitiva, ‘En la boca del lobo’ es una experiencia satisfactoria para quien haya disfrutado de Fire Emblem: Three Houses y de la saga en general. Finalizar esta expansión nos puede llevar entre 6 u 8 horas, aunque como todo, tanto la destreza del jugador, como la dificultad escogida puede influir en su duración. Entre las recompensas por finalizar todo este recorrido por el Abismo podemos obtener a los integrantes de los Lobos Plateados como personajes reclutables en nuestra partidas del juego base, además de cuatro nuevas clases.
Estamos ante un pase de expansión que merece la pena por todo el contenido que trae consigo a nuestra partida y por el hecho de disfrutar de un planteamiento diferente a lo ya vivido, con una historia y personajes interesante y por supuesto, con una dificultad mayor que nos hace recordar a títulos previos de Fire Emblem.