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Análisis de Super Mario Party

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Rápido, la fiesta de Mario está a punto de comenzar. Los personajes están discutiendo por saber cuál es tu favorito y para decidirlo no se les ha ocurrido otra cosa que montar una fiesta. Para la ocasión nos traen nuevos tableros, nuevas formas de juegos y por supuesto muchísimos minijuegos. Después de entregas principales y otras tantas para consolas portátiles, ¿conseguirá Super Mario Party ser el rey de la fiesta?

Más modos que nunca

El Modo Party es el modo clásico de antaño. Volvemos a los tableros clásicos, en el que cuatro jugadores se mueven a través de el por casillas y turnos. El número de casillas por el que podemos movernos viene determinado al lanzar un dado (de 6 caras) en cada turno. El objetivo en cada tablero es conseguir monedas con el que comprar una estrella. Estas estrellas se encuentran en una casilla aleatoria del tablero y cambia de posición cada vez que un jugador consigue una.

Cuando terminan todos los turnos se pasan a proclamar al ganador, pero no todo está dicho todavía pues los jugadores todavía pueden ganar estrellas según su desempeño en el transcurso de la partida. Existe bonificación de minijuegos (una estrella para el jugador que más minijuegos ha ganado), de eventos, de monedas, movimientos, infortunios y de objetos. Al final de la partida gana quien más estrellas haya conseguido.

En cada tablero hay diversos tipos de casillas. Estás las casillas azules y las rojas, en unas ganas monedas y en las otras las pierdes. Casillas de objetos, donde te obsequian con un objeto; casillas de la buena suerte y casillas de penalización; luego están las casillas versus, en las que mediante un pequeño minijuego en el que se hace uso de la vibración única de los Joy-Con los jugadores apuestan sus monedas; después tenemos una novedad, las casillas de aliados; y para terminar la casilla de sucesos que activan acontecimientos de cada tablero.

Cosas nuevas y cosas viejas

También vuelven los objetos. En los tableros podemos utilizar, una vez en cada turno, uno de estos objetos tras conseguirlo previamente al caer sobre alguna casilla especial o comprándolas en las diferentes tiendas de los tableros:

  • Dado personalizado: nos permite elegir la cara del dado que queremos que salga.
  • Teléfono aliado: nos adjunta con un aliado para que nos acompañe el resto de la partida.
  • Champiñón: suma tres cifras a la casilla que nos haya salido al lanzar el dado.
  • Champiñón venenoso: reduce dos cifras de la casilla que le haya salido a algún contrincante.
  • Champiñón dorado: suma 5 pasos a la casilla que nos haya salido al lanzar el dado.
  • Tubería dorada: nos teletransporta a una casilla próxima a la estrella.
  • Botella tornado: nos permite robar 10 monedas a algún contrincante.

Una de las novedades en Super Mario Party son los nuevos dados especiales, únicos de cada personajes, pues cada uno cuenta con el suyo y sus propias características. En estos dados especiales las caras del dado se modifican. Por ejemplo, el dado de Mario tiene 3 caras con el número 3; el dado de Bowser una cara con un 9, otra con un 7 y dos caras en las que pierdes 3 monedas; y así con cada uno de los personajes Conservadores o más atrevidos, estos dados pueden ser lanzados sin restricción alguna a lo largo de la partida.

La otra novedad es la posibilidad de contar con aliados en nuestras partidas. Al caer sobre una casilla de aliado un personaje, elegido aleatoriamente, se une a nosotros. La ventaja de tener un aliado reside en que ellos lanzan un dado junto a nosotros en cada turno y su resultado se suma al nuestro. Lo más curioso de la inclusión de los aliados es que también pueden participar en algunos minijuegos, en donde nos ayudan a conseguir la victoria. Su pueden unir a nosotros tantos personajes como la suerte nos permita.

A tirar los dados

En Super Mario Party se han creado 4 tableros para la ocasión:

  • Las ruinas de Roco: en este tablero encontramos un par e Rocos que obstruyen uno de los caminos a no ser que le paguemos con monedas para que nos deje pasar. También tenemos un pasillo en el que al caer sobre una casilla de sucesos se activa una bola de piedra gigante que nos hace retroceder al comienzo del pasillo.
  • La mina del Rey Bob-omb: nos encontramos al rey Bob-omb en el centro del tablero conectado a una mecha con un contador que al llegar a cero hace perder monedas a quien se encuentre a su alrededor. También encontramos casillas en las que un Bob-omb se une a nosotros restándonos dos movimientos en cada turno.
  • El pasillo megafrutal: este tablero se conforma de 4 islas conectadas parcialmente, a las cuales se puede acceder por vías de tuberías o, en se defecto, por puentes poco estables que se derrumban después de que se haya pasado por el unas cuantas veces.
  • El cuarto escenario se desbloquea tras jugar una partida en cada uno de estos 3 tableros, así que dejaremos que lo descubráis vosotros mismo pero avisamos que sigue la misma tendencia de los anteriores.

Como podéis comprobar, aparte de ser tableros de reducido tamaño, nos han parecido poco interesantes, con poca chicha, y no llegan al esplendor de algunas de las entregas anteriores. La fórmula de los tableros clásica se siente agotada, ya después de 10 entregas, incapaz de sorprender al jugador. Por suerte Super Mario Party trae bajo el brazo más modos con los que hacer que la diversión nunca pare.

¿Eres de suerte o de estrategia?

El modo Mario Party a dobles es una de las nuevas incorporaciones de este Super Mario Party y en nuestra opinión la más interesante. Volvemos a jugar a los tableros del modo clásico en equipos de dos, pero esta vez los eventos se reducen a favor de la estrategia. Los dos jugadores de mismo equipo lanzan los dados a la vez compartiendo la tirada y, atentos a esto, nos podemos mover individualmente en cualquier dirección.

El objetivo es el mismo: conseguir cuantas más estrellas mejor. Aquí el trabajo se divide, por lo que hay que establecer una estrategia y decidir, por ejemplo, quien se encarga de recoger monedas (se comparten también) y quién de conseguir la estrella. Los minijuegos al final de cada turno no pueden faltar.

Además en este modo aparecen dos nuevos objetos: carta bloque, en las que dependiendo del azar podemos ganar una estrella o monedas; y carta teletransporte, nos permite teletransportarnos a una casilla adherente a la de nuestro compañero.

Este modo nos ha parecido el camino a seguir para futuras entregas ya que ofrece mayor profundidad a las partidas. Se acabaron las partidas en el que la suerte sea el único factor decisivo para la victoria, aquí con una buena estrategia también podemos influir en nuestro resultado. Sin duda una elaboración de tableros más interesantes podrían llevar la experiencia Mario Party a lo más alto gracias a esta mayor libertad.

Rema y consigue hombros de leñador

Otro de los modos principales en Super Mario Party es el Torrente de aventuras. Un modo cooperativo a cuatro jugadores, en donde montados sobre una barca junto a tres amigos a golpe de remo (literal pues tenemos que hacer el movimiento con el Joy-Con), bajamos por los rápidos de una catarata con el objetivo de llegar a la meta antes de que se agote el tiempo.

Rema gracias a los controles de movimiento para modificar la trayectoria de la barca, esquivar obstáculos y poder realizar minijuegos, todos ellos cooperativos. Al final de cada tramo espera una bifurcación, teniendo que escoger en el momento el camino a escoger. Completamente distintos, son muchos los tramos a poder realizar, cada uno de ellos con sus propios hándicaps. Desde rocas hasta plataformas aceleradoras, pasando por peces Cheep Cheep, etc.

Haciendo explotar globos que se encuentran repartidos por el trayecto accedemos a los minijuegos, que al ser superados conseguimos más tiempo para poder llegar a la meta. ¿La pega de este modo? Tan solo hay 10 minijuegos cooperativos.

A mover el esqueleto

Otro de los modos de los que hace gala Super Mario Party es A todo ritmo. En este modo se nos presentan una sucesión de minijuegos basados todos en el ritmo, con varios niveles de dificultad. En este modo encontramos algunos de las pruebas más divertidas, más ágiles  y, como no podía ser de otra forma, los más dinámicos. ¿La pega? Tan solo son 10 minijuegos rítmicos, pero muy divertidos en su mayoría.

Super Mario Party también permite jugar online con otros tres jugadores, tanto amigos como desconocidos, en su modo Mariotlón en línea. Este modo consiste en comprobar quien es el mejor en 5  minijuegos. Estos 5 minijuegos vienen definidos por cuatro categorías, en el que se cambian los minijuegos cada cierto tiempo.

Minijuegos de todo tipo

También tenemos la Sala de recreo de Toad, en donde podemos disfrutar de 4 minijuegos basado en la capacidad portátil de la pantalla de nuestras Nintendo Switch y en donde por primera vez en la historia se pueden conectar nos pantallas para duplicar la diversión.

Se trata de un modo en donde hacer compartir la experiencia de usar dos pantallas entra varios jugadores en las pantallas portátiles, en donde cada pantalla muestra su propia visión del juego. Jugando con una sola pantalla este modo se siente forzado ya que 3 de los 4 juegos serían posibles de ejecutar en un televisor sin que la experiencia varíe.  Además de que son solo 4 juegos y no de los más interesantes precisamente.

De cualquier forma, son minijuegos de mayor duración y recorrido que los normales, pues cuentas con varios niveles. El único minijuego en el que son necesarios dos pantallas para ser jugado es Aplatanado, en donde tenemos que hacer coincidir las dos partes de una imagen uniendo las pantallas de diferentes maneras.

Luego tenemos Puzles pixelados, en el que tenemos que colocar bloques con la ayuda de nuestros personajes de tal forma que muestren una imagen; Choque de conchas deluxe, únicamente para dos jugadores, en el que protagonizamos combates a los mandos de tanques, en referencia a antiguos juegos de Nintendo (Wii Play o el mítico juego de Nes). El cuarto juego es el que más nos ha gustado y el que promete las partidas más largas: Minibéisbol, en donde jugamos un partido de béisbol sobre una maqueta en miniatura.

Y para terminar, en forma de curiosidad tenemos la sección Pegatinas. Aquí podemos entretenernos, pegando sobre un paisaje, pegatinas basadas en los personajes de este Super Mario Party, que conseguimos con puntos obtenidos jugando en el resto de modos del juego.

80 minijuegos, 80 formas de divertirse

No nos podíamos olvidar de comentar los minijuegos de Super Mario Party. En total son 80 minijuegos completamente nuevos para la ocasión, en el que se saca un uso exhaustivo a las características de los Joy-Con, encontrando minijugos con un control clásico (con uno de los mandos en horizontal), en donde se emplean los controles por movimientos y en los que se utiliza la vibración, que no son pocos. De hecho, Super Mario Party es el juego que más saca partido a la Vibración HD.

Los 80 minijuegos se pueden disfrutar individualmente y de la forma que prefiramos en la sección de minijuegos. Se clasifican en varias secciones: minijuegos de todos contra todos, 1 contra 3, 2 contra 2, en grupo, cooperativos y rítmicos.

Después de más de 10 entregas de la saga Mario Party no debe ser fácil hacer que todos los minijuegos sean originales e innovadores. Y de hecho así ha sido. Algunos de los minijuegos no nos han divertido igual que otros, principalmente los que presentar un control más clásico, por presentar mecánicas sencillas o por recordarnos a minijuegos de entregas anteriores. Nosotros podemos decir que nos han gustado sobre 60 minijuegos del total que hay, lo que no es moco de pavo.

Siempre puede ser mejor pero bueno

Entrando en el aspecto técnico de Super Mario Party podemos decir que se trata de un juego resultón. No faltan los diseños amigables y los colores llamativos, y aunque en diseño no se acerque a Super Mario Odyssey, es un apartado más que correcto. En el aspecto sonoro posiblemente estemos ante una de las entregas más flojas de la saga, en donde a las melodías les falta esa vida a las que nos tienen acostumbrados y no se esfuerzan mucho en elevar la emoción de las partidas.

A este Super Mario Party le podemos sacar dos principales pegas. La primera y la que nos parece el peor apartado del título, radica en su diseño pobre y algo simple de tableros. No alcanzan el nivel de tableros pasados, a estas alturas ya no sorprenden, por lo que es posible que se haya preferido ahondar más en nuevos modos y posibilidades, a favor del nuevo modo Mario Party a dobles, por ejemplo.

El otro pero lo encontramos en los minijuegos, pues no todos nos han parecido igual de interesantes, lo que por un lado es obvio, pero por otro se han dejado algunos modos un tanto cojos de propuestas. Una mejor distribución en los minijuegos sería un tanto para futuras entregas.

Super Mario Party se mueve grácilmente, dando un pasito para atrás y dos pasitos para delante reconduciendo una saga que parecía andar sin rumbo, recuperando el camino hacia la cima de los Partys y abriendo una nueva etapa. Super Mario Party cuenta con modos como para un tren, ideas muy originales y minijuegos que suponen infinitas horas de diversión jugando en compañía y también en solitario.

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